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Diferencia hibrido y electrico
Velocidad de los coches eléctricos

¿Cómo es la velocidad de los vehículos eléctricos?

La velocidad de un vehículo eléctrico es una de las prestaciones en las que más nos fijamos a la hora de valorarlo. Obviamente es un factor relevante, tanto en estos modelos como en los de combustión. Así que, ¿en qué situación se encuentra ahora mismo el coche eléctrico en ese sentido?

En esta entrada te hablaremos de la velocidad y su relación con la potencia del motor eléctrico.

¿Y qué es la potencia?

Uno de los aspectos cruciales al analizar un coche eléctrico es la potencia del motor, una característica por la que están destacando bastante. ¿En qué consiste?

Un poco de física básica

La potencia se mide en kilovatios (kW). No te hagas un lío, es solo otra manera (y más precisa) de valorar esa fuerza que siempre has llamado «caballos»:

1 kW = 1,35 CV (caballos de vapor)

Así que si el motor de un coche eléctrico tiene 100 kW, corresponde a una potencia de 135 CV. Todavía es usual dar ambas cifras para evitar confusiones.

¿Qué implica la potencia?

A mayor potencia del motor, más «se puede hacer» con el coche, en el sentido de que tiene mejor respuesta a la conducción. Cuenta con más rendimiento, en definitiva.

La particularidad de los vehículos eléctricos es que esa transmisión energética es constante a cualquier velocidad, lo que les aporta un par motor máximo desde que este empieza a girar. Eso quiere decir que no hace falta una progresión escalonada de las revoluciones, y por eso estos coches no tienen caja de cambios: el motor revoluciona de modo constante y sin interrupciones, dando el máximo de inmediato.

¿Y en qué te beneficia eso? Si hablamos en términos de velocidad, supone que su aceleración te permite ponerte a una velocidad máxima en muy pocos segundos.

Más potencia no quiere decir más velocidad

Dicho esto, ahora toca pisar un poco el freno.

Que los vehículos eléctricos tengan bastante potencia y un notable par motor no quiere decir que alcancen velocidades mayores que las de los coches con motor de combustión. De hecho, sus valores medios suelen ser algo más bajos.

En realidad, lo que proporciona esa potencia del motor es un impulso mucho mayor. Eso te permite reaccionar y acelerar sorprendentemente rápido. Lo dan todo desde el primer instante, de modo que alcanzas velocidades óptimas en poquísimos segundos.

La cuestión es que mantener altas velocidades constantes implica un elevado consumo energético, y por eso la velocidad del vehículo eléctrico está limitada electrónicamente. Así se garantiza una mayor autonomía.

Pero eso no quiere decir que los vehículos eléctricos sean lentos, ni mucho menos. En realidad, un coche eléctrico puede superar los 160 km/h: una velocidad que sobrepasa con creces las necesidades usuales en carretera así como el máximo de circulación legal, como bien sabes.

Potencia, maniobrabilidad y velocidad más que suficientes

En conclusión, esta capacidad de aceleración del coche eléctrico te permite maniobrar con seguridad y una respuesta excepcional. Al mismo tiempo, puedes alcanzar velocidades más que suficientes para cualesquiera que sean las circunstancias de la circulación.

Todo eso convierte a estos coches en un transporte muy apto para la ciudad, donde el tráfico y las calles te obligan a un mayor ritmo de frenadas y aceleraciones rápidas. Y también son adecuados para el transporte por carretera, donde la velocidad del vehículo eléctrico cumple e incluso sobrepasa los límites legales.

Hyundai Canarias
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