¿Los coches eléctricos contaminan?

Tabla de contenidos

  1. ¿Los coches eléctricos contaminan?
  2. ¿La fabricación del coche eléctrico contamina?
  3. ¿Cómo se reciclan las baterías de un coche eléctrico?
  4. ¿Por qué apostar por el coche eléctrico?
  5. ¿Cómo luchan las ciudades contra las emisiones de gases contaminantes?

La movilidad cero emisiones es la gran aliada del medioambiente en nuestras ciudades. Por ello, a bordo de un coche eléctrico podrás llegar al corazón de la urbe con el máximo respeto por el aire que respiramos.

1. ¿Los coches eléctricos contaminan?

Los coches eléctricos producen cero emisiones mientras circulan. No emiten dióxido de carbono (CO2), monóxido de carbono (CO), óxidos de nitrógeno (NOx) ni partículas en suspensión (PM). Es más, ni siquiera tienen tubo de escape. No lo necesitan.

Los vehículos eléctricos se mueven con un motor alimentado con la energía de sus baterías, unas baterías que se recargan enchufándolas a la red eléctrica. Así, si esta electricidad que llega hasta el punto de recarga se ha obtenido en fuentes renovables todo el proceso será 100 % cero emisiones.

  • ¿Qué garantías tenemos de que la electricidad que alimenta nuestro coche es sostenible? Según la legislación europea, a partir de 2020 al menos un 40 % de la producción de la electricidad debe provenir de fuentes renovables, lo que significa que las emisiones indirectas del coche eléctrico se situarían en 3 kg de CO2 por 100 km, o lo que es lo mismo, 30 gramos por kilómetro. Esta cifra es una quinta parte de las emisiones que produce un vehículo de gasolina y una tercera parte de las de un diésel.

  • ¿Cuáles son las fuentes renovables? Las fuentes renovables para generar electricidad son, entre otras, el viento, el sol, el agua, las mareas, el calor de la tierra y la materia orgánica. Estas fuentes se convierten en energía gracias a los parques eólicos, a las centrales solares que pueden aprovechar tanto la luz como el calor del sol, a las presas o a los generadores de la corriente de las mareas.

2. ¿La fabricación del coche eléctrico contamina?

La huella de carbono que deja un coche eléctrico en todas las etapas de su vida útil, desde el proceso de fabricación a su reciclaje final pasando por su utilización carretera, es menos significativa que la que dejan los vehículos de combustión. Pero, para que todo el proceso sea cero emisiones hay que vigilar también su fabricación y el reciclaje posterior.

  • Hyundai, neutralidad de carbono en 2045. En este sentido, Hyundai lleva la delantera ya que está comprometida a conseguir la neutralidad de carbono en toda su cadena de producción en 2045. Estos planes incluyen no solo una gama completa de coches cero emisiones , sino también su fabricación y comercialización en todo el mundo con energías 100 % renovables.

    De momento, su factoría en la República Checa ya cumple con estos requisitos y el Hyundai Motor Group en Singapur (HMGICS) se va a convertir en un centro de fabricación con cero emisiones mediante la generación de energía solar y de hidrógeno.

  • Materiales reciclables y reciclados. Del mismo modo, esta iniciativa incluye el uso de materiales reciclados y reciclables en toda la gama, como ya se puede ver en el novedoso IONIQ 5, por ejemplo. Y se centrarán esfuerzos, además de en el diseño, en el reciclaje de coches y baterías. Con algunos elementos como cristales, cuero o airbags que encuentran una segunda vida incluso en artículos de moda.

3. ¿Cómo se reciclan las baterías de un coche eléctrico?

Según la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA) a más kilómetros recorra un coche eléctrico menos será su impacto medioambiental, pero también es muy importante que cuando un vehículo enchufable llega el final de su vida útil sus componentes puedan reciclarse, incluida la batería.

  • Segunda vida para las baterías. Antes de desecharlas, las baterías pueden tener una segunda vida. Pueden convertirse en un depósito para almacenar energía procedente de fuentes renovables, de paneles solares, por ejemplo. También pueden ser utilizadas como generador de electricidad y así reemplazar a los que se alimentan de combustible fósiles. Hyundai ya tiene su propio programa de almacenamiento de energía para las baterías de segunda vida (SLBESS).

  • Reciclar componentes. Del mismo modo, muchos de sus componentes, como el acero, los cables, los mecanismos eléctricos se pueden reciclar. Así también, el litio o el níquel pueden servir para nuevas baterías.

    Pese a que los vehículos eléctricos llevan pocos años rodando por nuestras carreteras la Unión Europea ya obliga a que se recicle al menos la mitad de peso de las baterías que se retiren. Esto es así porque se estima que en los próximos años se desecharán dos millones de toneladas de batería de iones de litio.

4. ¿Por qué apostar por el coche eléctrico?

Como decimos el coche eléctrico es cero emisiones en su utilización. Esto significa que mientras está rodando no emite ningún tipo de contaminación. Por ello si todos los coches que circularan por nuestras ciudades y carreteras fueran eléctricos estaríamos dando un gran paso para reducir parte de las emisiones de efecto invernadero. Esta es la clave por la que optar por un coche eléctrico es tan interesante.

Sin embargo, esto no es todo. Además, esta tecnología también es muy importante para reducir la contaminación acústica de las ciudades porque es muy silenciosa. Lo único que oirás a su paso será la rodadura de sus neumáticos y si vas a bordo, tu música favorita o lo que tú quieras.

Hyundai y Endesa

5. ¿Cómo luchan las ciudades contra las emisiones de gases contaminantes?

La renovada conciencia ecológica de los habitantes de las grandes ciudades se ve reflejada en una nueva movilidad que nos invita a desplazarnos en vehículos no contaminantes. Y, entre ellos, el coche eléctrico es la gran solución porque te permite llegar hasta el corazón de la urbe sin limitaciones pero también escapar de ella cuando te apetezca.

En realidad, el nacimiento de los coches eléctricos no es un hecho reciente, ya antes de que aparecieran los vehículos de combustión, allá a finales del siglo XIX, los automóviles movidos por baterías hacían sus primeros pinitos. Sin embargo, el auge del petróleo dio al traste con una movilidad mucho más saludable. Tuvo que pasar un siglo para que empezáramos a desarrollar una conciencia de movilidad más respetuosa con el medioambiente.

Así, ya desde hace años las grandes metrópolis mundiales tienen implementados sus planes para luchar contra el efecto invernadero.

Estos planes limitan o prohíben la circulación de coches de combustión en zonas urbanas e incentivan el uso de las tecnologías de movilidad más respetuosas con el medioambiente. Este es el caso de los protocolos Madrid 360 y ZBE de Barcelona, que van reduciendo las zonas de circulación a los automóviles más contaminantes.

Sin embargo, estos protocolos no solo se limitan a estas dos grandes capitales, ya que a partir de 2023 todas las ciudades españolas con más de 50.000 habitantes tendrán que disponer por ley de una zona de bajas emisiones (ZBE).